En el siglo XX, concretamente en la década de los 40, se desarrollaron además varias tareas de repoblación de la vegetación dunar del parque para contribuir a mejorar esa sedimentación y lograr de este modo un mejor mantenimiento de la duna. Estas repoblaciones fueron realizadas básicamente con pino piñonero, que es la especie que predomina en esta reserva natural de Doñana, entremezclados con la flora más autóctona de la zona: enebros, sabinares, líquenes, retamas…
En el centro del parque se encontraba el Museo del Mundo Marino de Matalascañas, que fue cerrado por falta de financiación en 2012. Este curioso museo, en el que se guardaban réplicas exactas a tamaño real de los principales cetáceos que habitan en el Golfo de Cádiz, se creó con la idea de dar a conocer la riqueza de la vida marina que existe en esta costa de Huelva, a los pies de Doñana y el Guadalquivir, de una forma lúdica y adaptada a todas las edades. Fuente: Wikitravel.